Hace ya unas semanas que acabé de ver la primera temporada de la serie en cuestión pero todavía no me había decidido a escribir unas líneas por aquí para comentaros mis impresiones.
Sin embargo, aprovechando que recientemente la serie de Alan Ball - creador de "A dos metros bajo tierra" y ganador del Oscar al mejor guión por "American Beauty" - obtuvo el premio a la mejor serie de televisión en los Scream Awards, me decido a publicar este post porque, a mi juicio, no merece ese galardón ni de lejos. Y lo digo porque "True Blood" no me ha parecido nada del otro mundo, simplemente es una serie entretenida, que se sigue con facilidad, y que cuenta momentos puntuales muy buenos (y otros también algo insoportables) y algunas ideas interesantes, pero que está a años luz de las series de la HBO que he podido ver hasta ahora - "Deadwood", "Roma", "The Wire", "Hermanos de Sangre" o "A dos metros bajo tierra", por ejemplo -; si a ello le añadimos que competía en los citados premios con series como "Lost", "Dexter" o "Fringe" (esta última no la he visto pero he oído hablar muy bien de ella), pues todavía entiendo menos el citado galardón.
"True Blood" propone un mundo alternativo en el que vampiros y humanos pueden coexistir juntos - a priori de manera pacífica - gracias a que científicos japoneses han creado una sangre artificial con la que los chupasangres pueden alimentarse sin tener que darle al colmillo, pues pueden comprarla embotellada como si fuera un refresco. Por otro lado, los humanos ansían probar la sangre de los vampiros pues tiene en ellos los efectos de una potente droga.
Sin embargo, creo que la serie desaprovecha estas interesantes ideas que podrían haber dado más juego, y básicamente se limita a contarnos la historia de amor - en ocasiones de un tono empalagoso más propio de un noño culebrón venezolano que de una serie de la HBO - entre Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una camarera de un bar del pequeño pueblo sureño de Bon Temps (Louisiana) con poderes para leer la mente de los humanos y el vampiro Bill Compton (Stephen Moyer), con quien no funcionan sus poderes telepáticos.
No digo que la serie se limite a eso, es más, toca muchos y variados temas como el racismo y la intolerancia, el fanatismo religioso, la hipocresía, la drogadicción, la fascinación por lo vampírico (la sangre, la inmortalidad y todo eso), pero pienso que, en general, pretende abarcar demasiado y se queda a medio camino la mayor parte de las veces, no logrando desarrollar debidamente todo esos interesantes aspectos. Por otra parte, hay una subtrama de una serie de asesinatos de mujeres relacionadas con vampiros, que conforme avanza la serie consigue mantener tu atención y la intriga sobre quien será el asesino en serie, pero creo que está resuelta de manera bastante chusca (y que en definitiva está metida un poco con calzador en el contexto de la serie).
Sin embargo, aprovechando que recientemente la serie de Alan Ball - creador de "A dos metros bajo tierra" y ganador del Oscar al mejor guión por "American Beauty" - obtuvo el premio a la mejor serie de televisión en los Scream Awards, me decido a publicar este post porque, a mi juicio, no merece ese galardón ni de lejos. Y lo digo porque "True Blood" no me ha parecido nada del otro mundo, simplemente es una serie entretenida, que se sigue con facilidad, y que cuenta momentos puntuales muy buenos (y otros también algo insoportables) y algunas ideas interesantes, pero que está a años luz de las series de la HBO que he podido ver hasta ahora - "Deadwood", "Roma", "The Wire", "Hermanos de Sangre" o "A dos metros bajo tierra", por ejemplo -; si a ello le añadimos que competía en los citados premios con series como "Lost", "Dexter" o "Fringe" (esta última no la he visto pero he oído hablar muy bien de ella), pues todavía entiendo menos el citado galardón.
"True Blood" propone un mundo alternativo en el que vampiros y humanos pueden coexistir juntos - a priori de manera pacífica - gracias a que científicos japoneses han creado una sangre artificial con la que los chupasangres pueden alimentarse sin tener que darle al colmillo, pues pueden comprarla embotellada como si fuera un refresco. Por otro lado, los humanos ansían probar la sangre de los vampiros pues tiene en ellos los efectos de una potente droga.
Sin embargo, creo que la serie desaprovecha estas interesantes ideas que podrían haber dado más juego, y básicamente se limita a contarnos la historia de amor - en ocasiones de un tono empalagoso más propio de un noño culebrón venezolano que de una serie de la HBO - entre Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una camarera de un bar del pequeño pueblo sureño de Bon Temps (Louisiana) con poderes para leer la mente de los humanos y el vampiro Bill Compton (Stephen Moyer), con quien no funcionan sus poderes telepáticos.
No digo que la serie se limite a eso, es más, toca muchos y variados temas como el racismo y la intolerancia, el fanatismo religioso, la hipocresía, la drogadicción, la fascinación por lo vampírico (la sangre, la inmortalidad y todo eso), pero pienso que, en general, pretende abarcar demasiado y se queda a medio camino la mayor parte de las veces, no logrando desarrollar debidamente todo esos interesantes aspectos. Por otra parte, hay una subtrama de una serie de asesinatos de mujeres relacionadas con vampiros, que conforme avanza la serie consigue mantener tu atención y la intriga sobre quien será el asesino en serie, pero creo que está resuelta de manera bastante chusca (y que en definitiva está metida un poco con calzador en el contexto de la serie).
Existen además momentos de humor negro, de sexo explícito y otros más propios del gore, pero muchas veces me parece que están facturados no porque la historia en sí lo exija, sino más bien de cara a la galería, para buscar la provocación fácil o para ganarse a ciertos sectores de audiencia.
Pero pese a todo lo expuesto, sigo pensando que es ese romance pseudo-adolescente el tema principal de la serie, y a su vez el principal lastre (al menos en mi caso, porque no consigo conectar en ningún momento con los dos personajes principales). Ahí radica su problema, y sobre todo en sus personajes: no consigo empatizar prácticamente con ninguno. O no los entiendo ni comprendo sus motivaciones ni los cambios que van teniendo en su comportamiento, como la propia Sookie, o el misterioso Sam Merlotte (Sam Trammell). O directamente me parecen insufribles, como Jason (Ryan Kwanten) - el hermano de Sookie, que es un gañán de marca mayor al que abofetearía en muchas ocasiones gustosamente -, o la propia Tara (Rutina Wesley), una gruñona insoportable, que siempre está de mala hostia, y que dudo mucho pudiera tener ni amigas ni amantes con ese carácter. No hay prácticamente ninguno que me fascine, me hipnotize, me atrape o me provoque alguna sensación positiva (a excepción de ese enigmático vampiro, Eric, interpretado por Alexander Skarsgård, que supongo dará mucho más de sí en las siguientes temporadas), y así es difícil que una serie te enganche. Es más dudo mucho que si no hubiera tenido la posibilidad de ver todos los capítulos prácticamente de tirón, me hubiera enganchado a seguir esta serie por capítulos semanales.
Pero pese a todo lo expuesto, sigo pensando que es ese romance pseudo-adolescente el tema principal de la serie, y a su vez el principal lastre (al menos en mi caso, porque no consigo conectar en ningún momento con los dos personajes principales). Ahí radica su problema, y sobre todo en sus personajes: no consigo empatizar prácticamente con ninguno. O no los entiendo ni comprendo sus motivaciones ni los cambios que van teniendo en su comportamiento, como la propia Sookie, o el misterioso Sam Merlotte (Sam Trammell). O directamente me parecen insufribles, como Jason (Ryan Kwanten) - el hermano de Sookie, que es un gañán de marca mayor al que abofetearía en muchas ocasiones gustosamente -, o la propia Tara (Rutina Wesley), una gruñona insoportable, que siempre está de mala hostia, y que dudo mucho pudiera tener ni amigas ni amantes con ese carácter. No hay prácticamente ninguno que me fascine, me hipnotize, me atrape o me provoque alguna sensación positiva (a excepción de ese enigmático vampiro, Eric, interpretado por Alexander Skarsgård, que supongo dará mucho más de sí en las siguientes temporadas), y así es difícil que una serie te enganche. Es más dudo mucho que si no hubiera tenido la posibilidad de ver todos los capítulos prácticamente de tirón, me hubiera enganchado a seguir esta serie por capítulos semanales.
No digo que sea una mala serie, no se me malinterprete. Simplemente que me ha dejado bastante frío, quizá porque había oído excelentes críticas de ella, que ahora no puedo sino considerar totalmente excesivas. Es un buen producto, sin más, con un original planteamiento e ideas interesantes pero que se diluye en una empalogoso romance de instituto salpicado con puntuales momentos de sexo, drogas y sangre. Muy poco para un tipo tan capaz como Alan Ball.
Eso sí, un diez para los títulos de crédito de la serie, una sucesión de imágenes inquietantes, oscuras y a ratos algo desagradables al ritmo del tema "Bad Things" de Jace Everett, que sí que mola un rato.
7 comentarios:
A mí sí me gustó la primera temporada (pese a que algunos de los defectos que citas sean evidentes), pero la segunda me ha parecido bastante inferior. Total, que veré la tercera cuando no tenga nada mejor que llevarme a la boca, pero visto el buen nivel de la televisión actual, quizás ese día no llegue nunca...
A mi la verdad es que no me atrae porque estoy un poco saturado de vampiros románticos. Y lo dice alguien que se ha leído todas las crónicas vampirícas de de Anne Rice y que ha leído literatura sobre vampiros y visto películas del género a montones. Pero esta nueva horneada a lo Crespúsculo me satura y creo que envilece a una figura mitica como el vampiro. Se necesitan más películas como Déjame Entrar y no tanto novelas de Stephannie Meyer.
Jero: No es que no me haya gustado, pero tampoco me parece para tirar cohetes, y sobre todo, como bien dices, si la segunda es peor, creo igual que tu que gastaré el poco tiempo que tengo viendo otras muchas series de calidad que todavía tengo por ahí en cartera (como "Los Soprano", las demás temporadas de "The Wire", "Fringe", la última de "Deadwood", la cuarta y siguientes de "The Shield", la segunda de "Mad Men", buff, casi nada, yo es que soy casi primerizo en esto de las series...)
Mythos: Pues si estas saturado de vampiros románticos entonces mi consejo es que no pierdas el tiempo con esta serie, pues es como "Crepúsculo", con dos protagonistas super-moñas (el vampiro en particular es más soso que la calabaza), eso sí, con mucha más calidad que la saga de las novelas de Meyer, y sobre todo más enjundia sociológica (y sexo, sangre, algo de gore). Pero bueno, sólo es mi opinión, igual a ti te gusta.
Yo creo que si que es para tanto.Creo que es una gran serie que no tiene nada que ver con Crepusculo.
En mi humilde opinion creo que no habeis entendido la serie para nada.
Esta serie en realidad trata del escote de Anna Paquin, y bien es cierto que hay angulos de camara logradisimos sobre el hermoso busto en concreto.
****** Spoitler *****
Incluso en uno de los episodios finales se ven los pezones.
****** Fin del spoitler******
A si.... y sale algun vampiro.
Becker: Así me gusta, que haya opiniones de todo tipo. A ver, puntualicemos, yo no digo que sea una mala serie, pero si que creo está sobrevalorada. En cuanto a la comparación con "Crepúsculo", es con matices: obviamente no podemos comparar la calidad de uno y otro producto, eso es indiscutible, entre una y otra media un abismo. Igualmente no podemos olvidar que uno es un producto claramente destinado para adolescentes hiperhormonados y otro para adultos. Pero creo que tienen muchos puntos en común (aunque tratados de distinta forma) como la relación amorosas (algo moñas) entre una humana y un vampiro (y la incomprensión que eso genera entre sus vecinos), el transcurrir la acción en pueblecitos perdidos de la mano de Dios (uno en las montañas del norte y otro en el sur profundo), la existencia de vampiros de buen corazón que quieren reinsertarse en la sociedad y de otros chupasangres más malotes que quieren seguir sus instintos...
Mekter: Ja,ja,ja no lo había visto de ese modo, jaja, pero debo reconocer que algo de razón tienes: hay una insistencia algo morbosa en mostrarnos a Sookie con camisetitas ceñidas y vestiditos escotados....
Hablo desde la poca perspectiva que me da haber visto solo el primer capitulo; pero si que he leido y visto mucha de las cosas que se han hecho relacionadas con el mito vampirico, incluida aquellas infumables de Bon Jovi y la otra de John Carpenter ¿o eran la misma?, En fin totalmente de acuerdo con Mythos:truño y y Crepusculo=truñox4...claro, que de esta otra saga solo perdi mi tiempo leyendo y viendo la primera entrega
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