
Que hijoputas! Lo han vuelto a hacer. Pedazo de disco que nuevamente se han sacado de la manga la banda de Matthew Bellamy y cía. Puede que no sea su mejor disco (o eso creo de momento, porque con cada nueva escucha, voy encontrando nuevos matices y canciones que a priori no me convencían o me habían dejado un poco descolocado como "Undisclosed Desires" o ""I Belong to You/Mon Coeur S'ouvre à ta Voix", cada día me gustan más), pero por ello no deja de ser un disco excepcional, con temazos del calibre de "Uprising" (como me pone las pilas este tema), "United States of Eurasia" (con patentes ecos a Queen, que se repiten en algún otro corte del album),"Unnatural Selection" o "Resistance".
Este disco, por una parte ofrece todo lo que un seguidor de Muse desearía de una nueva entrega de la banda (salvo los inmovilistas que se quedaron anclados en el ya lejano "Origin of Symmetry"), pero al mismo tiempo y sin perder sus señas de identidad, el grupo nos obsequia con nuevos sonidos y terrenos hasta ahora inexplorados por la banda. La única pega, ese tema sinfónico en tres partes, "Exogenesis", que aunque no me disguste, pienso que se queda un poquito corto con respecto a lo que nos había anunciado la banda; pero ¿es un quiero y no puedo? o ¿quizás es tan solo un adelanto de nuevos proyectos más ambiciosos de esta banda en continua evolución? El tiempo lo dirá. Yo mientras tanto seguiré disfrutando de este excelente album.

La banda de Dave Mustaine ha vuelto con la pilas cargadas. "Endgame" mantiene el nivel de su anterior trabajo "United Abominations" (2007) y continúa la senda marcada por este, es decir, una vuelta a los sonidos más duros de la banda, más trash metal, olvidando un poco la evolución que marcaron con sus celebrados "Countdown to Extinction" y en mayor medida, "Youthanasia" (aunque también hay algun tema que recuerda esos sonidos como "44 Minutes", "Endgame" o "Bodies"). Riffs acelerados y solos infernales marca de la casa, en un muy buen album que no llega a ser excelente, ya que quizás carezca de varios temas carismáticos de esos que se te quedan a la primera escucha ("44 Minutes" sería uno de ellos). A destacar también temas como "Headcrusher", "Bite the Hand" y "1,320". En definitiva, que un servidor se ha quedado bastante satisfecho con la nueva entrega del pelirrojo guitarrista.

No me decía nada en absoluto la trayectoria musical de los suecos - su garage rock no terminaba de convencerme -, pero todo eso cambió cuando publicaron "Never Seen The Light of Day" (2007), en el que practicaban un rock con aromas a los 60. Ahora en este nuevo disco, continúan por el mismo camino, y nos ofrecen un album muy solvente, con verdaderos temazos como "Blue Lining White Trenchcoat", "Dance With Somebody" y "Gloria" (curiosamente los tres primeros del disco, en un arranque espectacular). Un disco que rezuma por todos sus poros el sonido de la Motown, al rock sesentero y las bandas sonoras de la época y de las pelis de Tarantino - como la propia banda cita expresamente como sus influencias -. Un album altamente recomendable.

No es una banda que me apasione. Aunque tiene alguna buena canción, no pienso que la banda de Brian Molko haya publicado hasta la fecha un disco redondo, perfecto. Y este "Battle For The Sun", lamentable tampoco lo es.
No está mal, bastante mejor que su anterior album - "Meds" (2007) - pero tampoco es para subirlos a los altares. Si hay que destacar algun tema sería "Battle For The Sun", "For What It’s Worth" y "Ashtray Heart". Simplemente pasable.

Era un disco del que esperaba mucho y finalmente me ha causado una profunda decepción. Le he puesto empeño, he tratado de escucharlo completo varias veces, pero me resulta imposible: pasados los primeros temas, mi mente se comienza a dispersar y gradual, paulatinamente, se va alejando de lo que está escuchando. No logro conectar en ningun momento con las canciones (a excepcion de las dos primeras quizás, "My Propeller" y "Crying Lightning", pero vamos, no me parecen tampoco para tirar cohetes).
La crítica especializada ya les ha lanzado alabanzas por doquier, pero este humilde bloguero las encuentra totalmente injustificadas. No dudo que sea su album más maduro musicalmente, el más trabajado, ni que sea más redondo y complejo que sus anteriores trabajos, como he oído, pero que le voy a hacer: me ABURRE profundamente. Creo que los Arctic Monkeys han perdido todo aquello que me gustaba de ellos, esa frescura, energía y vitalidad de sus primeras canciones, con sus guitarrazos y sus cambios de ritmo. La sombra de The Last Shadow Puppets es demasiado alargada, me temo (y que conste que me gusta mucho el proyecto paralelo de Alex Turner), pero yo, egoístamente, no lo sé, me esperaba un disco de los Monos Articos, y que quereis que os diga, no los encuentro por ninguna parte en este Lp.