Épica Semifinal

No me gusta hablar demasiado de fútbol en este blog, porque bastante tenemos todos los días en los telediarios y los diarios deportivos, que dicho sea de paso, la mayoría de los días no dicen absolutamente nada o cosas absolutamente triviales, como si fulano tiene molestias en una uña, o mengano ha hecho tal declaración, ha protagonizado un anuncio de perfumes o ha tenido un ataque de caspa (si parece la prensa del corazón deportiva, coño!). Por no hablar de los fichajes que se inventan continuamente, que eso si que es de traca.

Pero bueno voy a hacer una excepción, porque tenemos un equipo de la Liga Española en la final de la Champions League, y creo que la ocasión lo merece, sobre todo por como se logró, en un final épico. Vaya por delante, que no soy culé (por suerte o por desgracia, que diría aquel, soy del Real Zaragoza), pero estaremos de acuerdo que cualquiera que le guste algo el fútbol, no podrá negar que disfruta con el maravilloso juego del Barça, y que hubiera sido injusto que hubiera sido apeado de la final por un equipo tan rácano como el Chelsea.

Mucha gente pensaba que el partido de ayer iba a ser como el derbi, un festival de goles y buen juego, y que el Chelsea (como el Real Madrid el sábado) iba a ser un juguete en manos del Barcelona, pero todo lo contrario.

El partido no fue bueno, pero eso si, pleno de emoción y con un final de infarto. El Barça no tuvo su día y se empantanó en la maraña defensiva de los ingleses, no tirando ni una vez entre los tres palos (excepto en el golazo de Iniesta), pero nunca perdió la fe ni renunció a su forma de juego, pese a que no le salían las cosas.

Cierto que el árbitro les birló a los ingleses dos penaltis claros (aunque también la expulsión de Abidal fue totalmente injusta), pero un equipo que cuenta con jugadores de gran calidad (Lampard, Drogba, Anelka, Malouda, Ashley Cole.....), que va ganando por un gol a cero en su campo y con superioridad numérica, y que sustituya a su mejor hombre Drogba, delantero, por un defensa, encerrándose atrás a defender como si fuera el Numancia - con todos mis respetos para los sorianos, equipo al que le tengo mucha simpatía -, sinceramente no merece estar en la final. Si juegas con fuego, al final te acabas quemando: aunque no fuera el día del Barça, con este equipo volcado a la desesperada al ataque, cualquiera, a la mínima, te la puede liar. Y así fue, en el descuento con el partido casi acabado, Iniesta se sacó de la chistera un golazo imparable que dejaba al Chelsea fuera de la final.

Sobre todo me alegro porque, por una vez, el fútbol ha sido justo (ningún equipo italiano o "italianizado" por estos lares), por Iniesta (que me parece un jugadorazo como la copa de un pino), y porque en la final estarán dos equipos con un fútbol ofensivo y vistoso, como son el Manchester Utd. y el Barcelona.