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jueves, 9 de septiembre de 2010

Reseña Cómic: Los Muertos Vivientes #11 "Teme a los Cazadores"

¿Cómo pude ser tan iluso de llegar a pensar en algún momento que Robert Kirkman quiza hubiera tocado techo con el tomo nº 8 de la colección (el ya mítico "Creados para sufrir")?

Ni por asomo, amigos. Este enorme y grandioso volumen recopilatorio (de los mejores de la serie, si no directamente el mejor) es la prueba inequívoca de que el muy cabronazo todavía tiene munición de sobra para sacudir nuestras conciencias y nuestros estómagos, para impactarnos, noquearnos, asquearnos y horrorizarnos con lo peor del ser humano.

Si el "Creados para sufrir" era brutal e impactante, este "Teme a los Cazadores" es sencillamente devastador.

!Qué zombis ni que hostias! ¿Cuantos muertos vivientes salen en este tomo? ¿Dos? ¿Tres? ¿Muy pocos? ¿Ninguno? Ni puta idea. Realmente si los hay, ahora mismo no recuerdo a ninguno, ni me viene a la mente ninguna escena protagonizada por ellos. Pero los humanos, ay! los humanos, que pavor me causan. Rememoro ahora, mientras escribo esto, varios pasajes del cómic y se me erizan los pelos de la nuca.

Sinceramente, no recuerdo unas primeras páginas más brutales y desasosegantes en un comic. Mira que han pasado cosas a lo largo de la serie, pero nunca algo tan horrible y cruel. Después, el dilema moral que lanza Kirkman es como un torpedo a la linea de flotación de nuestras mentes. Hay dos posturas totalmente encontradas entre sí, pero igual de coherentes vista la problemática ¿Qué haríais vosotros en una situación así? Prefiero no pensarlo. Sin embargo, él lo resuelve de una manera genial, pero igualmente espeluznante y aterradora. Leyendo el cómic no podía dejar de pensar: Esto (y lo que ocurre después con los "cazadores") no tienen cojones de plasmarlo en la serie de televisión de la que tanto hablo por aquí. Ni de coña. Ojalá me equivoque, pero es que muy, muy fuerte. No apto para estómagos sensibles.

Rick, joder con el amigo Rick. Lleva camino de convertirse en un hijoputa al estilo del gobernador (si no lo es ya). ¿Y que me decis de su hijo Carl? Acojona, es decir poco. Como ya os he dicho en más de una ocasión, no es bueno que os encariñeis con ningún personaje de este cómic, porque cualquiera es un perfecto candidato para irse al otro barrio de un plumazo. Sin ir más lejos, en este tomo 3 del grupo de supervivientes pasan a mejor vida. Y uno de ellos muy querido por un servidor, en una despedida muy emocionante que ha provocado que hasta se me haya escapado alguna lagrimita.

Nuevamente nos llegan en este cómic ecos de "La Carretera" de Cormac McCarthy (los cazadores a los que alude el título beben directamente de las fuentes de la novela del escritor norteamericano). Sin embargo, en este caso, al contrario que en la novela, los protagonistas del cómic, tanto padre como hijo, parece que poco a poco van descendiendo a los infiernos, perdiendo todo rastro de humanidad y teniendo su brujula moral totalmente desnortada, y pienso que es muy difícil que puedan enderezar esa situación.

No veo el momento de devorar el siguiente tomo. Quiero maaaaaaaaasssssss!!!.....

2 comentarios:

Mekter dijo...

Solo comentarte que después de la tormenta viene la calma, eso si al estilo Kirkman, donde la nave del querido grupo, sólo tendrá que bregar contra olas de 10 o 12 metros, depende capítulo.
No creo, que se atreva a mostrarnos nada parecido ya, pues con la serie de TV en ciernes, se volverá más tranquilo, seguro, ya me parecía jodido superar el rollo del gobernador, pero es que los cazadores se lo comen con patatas, literalmente.
Un saludete

charlie furilo dijo...

calla, calla, ladrón...