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martes, 25 de mayo de 2010

"The Wire" (5ª Temporada): ...y McNulty volvió a las andadas

Todo lo bueno se acaba...

Podría estar escribiendo horas y horas sobre las virtudes de esta maravillosa serie, pero no tengo muchos ánimos para ello, que queréis que os diga. Estoy tremendamente apenado porque he terminado de ver The Wire y siento un enorme vacío en mi interior.

Os lo digo en serio. No recuerdo haber sentido una sensación así nunca en mi vida. Jamás me había sorprendido mirando fijamente el reproductor del dvd, deseando que los minutos y segundos del último capítulo de la serie no avanzaran paulatina e inexorablemente uno detrás de otro, implorando que ese contador de tiempo nunca se detuviera. No tengo noción de haber sentido con anterioridad esta pesadumbre al terminar una serie de televisión.

Y me duele saber que no voy a disfrutar de nuevas aventuras de McNulty, Freamon, Omar, Marlo, Barksdale, 'Bubbles' y compañía, que no voy a transitar por las degradadas calles y esquinas de Baltimore, ni por sus deprimidos muelles de carga, ni por los insidiosos y traicioneros despachos de su Ayuntamiento, ni por las vetustas y anquilosadas Comisarías de Policía. No me hago a la idea de que este fascinante viaje haya terminado por fin.

Pero por otra parte, soy consciente de haber presenciado una verdadera obra maestra, y por ello estoy tremendamente complacido y satisfecho, a la par que agradecido a quienes me recomendaron esta joya, que repito (y lo haré hasta la saciedad) no os podéis perder por nada del mundo. A colación del capítulo final de "Lost", he leído en varios sitios por la red (encantados con la resolución de la serie, al contrario que un servidor, que se ha sentido bastante decepcionado, aunque eso es otra historia que puede os cuente algún día), que lo importante de "Perdidos" no era la historia o la resolución de las tramas, enigmas y misterios planteados, sino que lo realmente trascendente eran sus personajes, sus motivaciones, deseos, traumas, relaciones con los demás, etc., siendo el resto accesorio, puro envoltorio sin importancia.

Y yo me pregunto ¿no se pueden tener ambas cosas o qué? ¿acaso no es posible tener una serie con maravillosos (y trabajados) personajes y además una trama coherente, comprensible y cerrada sin ningún tipo de fisuras? The Wire es la muestra de que eso es posible. Y sus cinco temporadas, sus 60 capítulos están ahí para dar buena fe de ello, finalizando, dicho sea de paso, de manera magistral y huyendo de cualquier convencionalismo o final más o menos tópico y /o previsible. Bueno, que me voy por los cerros de Úbeda, vamos a hablar de esta última temporada.

Había oído y leído que esta 5ª temporada era quizás la más floja de todas. No estoy de acuerdo. Quizás no alcance del nivel de excelencia de alguna de las otras 4, pero sigue siendo sublime.

Con el mundo del periodismo como hilo conductor de la historia - centrando sus miras en el diario Baltimore Sun, precisamente el periódico en el que uno de los creadores de la serie, David Simon, trabajó como reportero de sucesos durante muchos años - nos muestra sin tapujos los males del periodismo en la actualidad. Acuciados por la crisis, incapaces de competir con internet y las nuevas tecnologías, los antaño prestigiosos periódicos tradicionales deben de reducir costes, despedir empleados, cerrar corresponsalías y, en aras de vender más periódicos, lanzarse sin miramientos al sensacionalismo y el amarillismo, no contrastando las noticias, ni la veracidad de las fuentes o directamente inventándoselas. Interesa más tener una historia jugosa que vender (sin importar que sea cierta o no, algo así como Lidia Lozano, vamos) que la veracidad de la noticia o la calidad del trabajo periodístico.

Esta situación queda perfectamente reflejada con dos personajes, 'Gus' Haynes (Clark Johnson), el periodista de siempre, honrado, profesional, que contrasta las noticias y la veracidad de sus fuentes, y Scott Templeton (Thomas McCarthy) el periodista sensacionalista, el trepa para el que todo vale si ello le pone en el candelero. Tratándose de The Wire, y al igual que ha pasado por ejemplo en el Departamento de Policía, ya os imaginaréis quien saldrá victorioso en este particular enfrentamiento y quien será defenestrado o relegado al ostracismo.

Pero decía antes que esta última temporada supone la vuelta a las andadas de McNulty - después de estar desconocido en la última temporada -. Y es un regreso a lo grande, como no podía ser de otra manera. El Ayuntamiento ha cortado el grifo de la financiación al Departamento de Policía y McNulty emprende su particular cruzada para obtener liquidez para la investigación del caso que le ha llevado de nuevo a la Brigada de Delitos Mayores: la caza de Marlo Stanfield y su gente. Secundado por Lester Freamon, logran que se líe parda, como podéis imaginar.

La ambición de Marlo no tiene límites, y nada (ni nadie) parece interponerse en su propósito de controlar el tráfico de drogas de toda la ciudad. También querrá cazar a su enemigo más peligroso, Omar Little, pero ya sabemos como se las gasta nuestro amigo de la escopeta y la cicatriz. Habrá balas y sangre a raudales, y muertos, muchos muertos.

La resolución de la temporada, lógica y totalmente coherente con lo que ha sido todo el desarrollo de la serie vuelve a ser agridulce y desesperanzadora. En el último capítulo (doble) los guionistas cerrarán las tramas que todavía continuaban abiertas y nos contarán cual es el destino de los personajes de la serie (los que todavía no la han palmado), cerrando el círculo con quien inició toda esta aventura (McNulty).

Veremos que hay pequeñas victorias, sí, pero pese a que unos caigan, otros desaparezcan de la circulación y aquellos cambien de puesto de trabajo o de profesión, en Baltimore no habrá cambiado prácticamente nada. Seguirá siendo la misma ciudad con los mismos problemas y la misma gentuza dirigiendo el cotarro.

Un gran colofón a una serie acojonante.

2 comentarios:

lagarto dijo...

¿Donde puede encontrar esta quinta temporada?

Gracias!!!

charlie furilo dijo...

seriesyonkis o tripilandia, sin ir más lejos.