Recomendaciones Musicales (51)

...Y los elegidos para este viernes son:

1º.- "Last Man On Earth" - FIVE HORSE JOHNSON (2003): Descubrí a estos fulanos en aquel Festimad de 2005 en Fuenlabrada del que tantas veces me habéis oído hablar por aquí (lo sé, soy un brasas) y me moló su mezcla de blues y hard-rock, espíritu garagero y pinceladas de stoner, con voz cazallera y sonido crudo y descarnado.

Ofrecieron un concierto muy impactante y con un sonido simplemente perfecto (además contaban con la colaboración del batería de Clutch, que tocaban a continuación, que es un máquina el tío y se ganó merecidos aplausos durante todo el concierto). Me impresionó también en su momento la áspereza de sus guitarras y su inmenso barbudo vocalista, Eric Oblander, una mezcla entre Angel del Infierno y leñador de Nebraska, que sudaba la camiseta de lo lindo en el escenario y le daba caña a la armónica.



Formados en 1995 en Toledo, Ohio, cuentan con 6 discos en su haber. No he escuchado todos, pero de los que si oído me quedo con este que hoy os recomiendo (fue el que presentaron en el Festimad y por eso le tengo cariño, además de que es un discazo, evidentemente). Puede que nunca salgan del circuito underground - ni lleguen a cotas de grupos de su estilo como ZZ Top o Mountain -, tampoco han inventando nada, pero lo hacen rematadamente bien.

P.D. Confío en que estos si que te molen, amigo Mekter.

2º.- "Let There Be Rock" - AC/DC (1977): No fue el primer disco que me compré de mis adorados australianos. Creo que ese "honor" recae en "The Razor's Edge", allá por 1990; después llegaron "High Voltage" y "Highway to Hell", donde descubrí a uno de ídolos de siempre, el malogrado Bon Scott. Pero sin duda, este disco cambió mi vida.

Dudo mucho que cualquier amante del rock que se precie de ello no tenga una copia de este disco (si no es así, no sabe lo que se pierde).



Lo que consiguieron los australianos con este album, cuyo sonido se asemeja mucho al directo, fue dar un filo metálico a su acelerado boogie con toques de blues que practicaban en su primeros discos, una fuerza adicional que dotaba de un irresistible ímpetu a temas como "Bad Boy Boogie", "Dog Eat Dog", "Go Down" o "Hell Ain´t a Bad Place to Be", que les acercaba a sonidos más heavys. Ellos siempre han negado que sean un grupo de heavy metal (yo tampoco lo creo), pero "Let There Be Rock" es sin duda una influencia para muchísimas bandas del género.

Encontramos en este disco verdadermos himnos como la majestuosa "Whola Lotta Rosie" o ese tremendo muro sónico que es "Let There Be Rock", toda una declaración de intenciones de la banda. Con este album encumbré a mis particulares altares musicales a Angus Young, que perpetraba una auténtica andanada de riffs adrenalíticos y demoledores, y sobre todo, al bueno de Bon Scott, paradigma del frontman macarra y vacilón, con un carisma arrebatador (que Satán lo tenga en su gloria).



"Let there be light...sound,....drums,....guitar,... LET THERE BE ROCK!!!!!!"