Recomendaciones Musicales (18)

Ups! Casi se me olvida... pero no, aquí estoy puntual a la cita con mis habituales recomendaciones musicales para el fin de semana. Allá vamos:

1º.- "Inside In/Inside Out" de THE KOOKS (2006):

Leí en su momento, no recuerdo donde, que este disco era uno de esos típicos que aparecen de vez en cuando y que sirven su función de entretener temporalmente para luego pasar al olvido. Bueno, puede ser, pero si el nivel de disfrute que ofrecen estos chavalotes es alto, porqué no pueden ser recomendables? Estos ingleses de Brighton, aparecieron en escena en pleno apogeo del indie-rock y el post-punk británico, a la sombra de grupos como Franz Ferdinand, Mäximo Park o Kaiser Chiefs, por ejemplo.

Su estilo combina temas acústicos con otros más rockeros, pero casi siempre con buenos resultados, canciones sencillas y directas, pegadizas y festivas, de entre las que destacan sobremanera, “She Moves In Her Own Way"- su tema más conocido -, "Sofa Song”, "Naive", "Eddie´s Song" y “Ooh La”. Con este su álbum de debut, permanecieron 38 semanas en el Top 20 británico, vendiendo más de un millón de copias en el Reino Unido, alcanzando tres veces el estatus de disco de platino.

2º.- "Youth And Young Manhood" de KINGS OF LEON (2003):

A juicio del que suscribe, el mejor disco de la banda de los hermanos Followill (Caleb, Nathan y Jared, más su primo Matthew Followill). Y lo digo porque en este su disco de debut, los de Nashville hacen gala de un desparpajo y una frescura, que creo se ha ido diluyendo paulatinamente con sus discos posteriores. En este disco encontramos canciones tan redondas como efectivas, pero a la vez de estructura simple y sin grandes alardes, con ecos al rock sureño, al country y al rock de los 70 (aunque a mi me recuerdan bastante a la Credence Clearwater Revival, en este disco).En definitiva, un album repleto de sabor tradicional, en el que destacan “Red Morning Light”, las eléctricas “Happy Alone” y “Wasted Time”, el sucio rhythm & blues de “Tranny”, "California Waiting” - con estribillos más bien poperos, al modo de su último disco - y las magníficas y enérgicas “Spiral Staircase”, “Molly’s Chambers” y “Genius”, todo ello aderezado con la particular voz de Caleb, desganada y nasal.