"Taking Woodstock"

Así se llama lo nuevo del genial director taiwanés Ang Lee, y como podeis suponer se centra en el famoso festival de rock que tuvo lugar en una granja de Bethel (New York) los días 15, 16 y 17 de Agosto de 1969, que congregó a un 1 millón de personas y en el que actuaron destacados artistas de la época como Janis Joplin, Jimi Hendrix, The Who, Grateful Dead, Joe Cocker, Santana o Grateful Dead, entre otros, convirtiéndose en todo un icono del movimiento hippy.

La película está protagonizada entre otros, por Demetri Martin, Emile Hirsch, Liev Schreiber, Eugene Levy, Imelda Staunton, Paul Dano, Kelli Garner, Dan Fogler y Jeffrey Dean Morgan. Aquí teneis el psicodélico poster del film.

Al parecer el film cuenta la historia de un joven, que desesperado por la grave situación económica de sus padres, tuvo la idea de poner a disposición de los organizadores del festival el deteriorado motel de su familia y los terrenos colindantes, que de la noche al día, se convierten en el centro del universo, durante esos intensos 3 días de sexo, droga y rock'n'roll.

El ganador de 2 Oscar (al mejor director por "Brokeback Mountain" (2006) y a la mejor película de habla no inglesa por "Tigre y Dragón" (2001)), especializado en el drama - terreno en el que se mueve como pez en el agua - parece que en esta ocasión tira más hacia la comedia, y los ecos que nos llegan del Festival de Cannes, donde la película ha cosechado excelentes críticas, no hacen sino demostrar lo excelente director que es y su extraordinaria capacidad para utilizar los diversos lenguajes del séptimo arte.

La película se basa en el libro de Elliot Tiber, "Taking Woodstock: a true story of a riot, a concert and a life", y según el director, explora la vía de la autosatisfacción pues "durante 17 años hice siete tragedias... tenía ganas de hacer una historia así, estar en paz conmigo mismo, quería hacer un drama pero que también fuera una comedia, y todo ello sin cinismo alguno"; para Ang Lee "la película trata de la felicidad de la gente, pero yo mismo he sido auténticamente feliz haciéndola". Para el director el famoso festival fue un "símbolo de inocencia, de cómo las nuevas generaciones planteaban frente al establishment político otras formas de vivir, en paz con la naturaleza, con las razas y con todos los demás... Por todo eso, Woodstock es algo simbólico, un icono".

Como decía, la película ha gustado mucho en el Festival de Cannes, y se dice de ella que es entretenida e ingeniosa y que refleja a la perfección lo que representó aquel acontecimiento en la historia, sin necesidad de valoraciones moralistas, exhibiendo además un gran virtuosismo narrativo y visual.

Seguro que el bueno de Ang Lee no nos defrauda.