Bueno, pues ya la he visto. Y a pesar de que me parece una muy buena, incluso excelente, película, contrariamente a lo que he leído en multitud de medios, no es una obra maestra, aunque me pese decirlo, como lo son, por ejemplo, "El Jinete Pálido", "Sin Perdón", "Mystic River", "Cartas desde Iwo Jima" o "Million Dollar Baby". Pero como digo, creo que es un gran film, que además, está siendo alabado por la crítica y está gozando de magníficos resultados en taquilla.
Se trata de una historia sencilla, que gira en torno a la justicia - como muchas otras películas del cineasta -, que se sostiene única y exclusivamente en la labor de dirección y sobre todo en la magnífica interpretación de Clint Eastwood. Esta película en manos de otro director y sin la imponente presencia de Eastwood, sería un mero telefilme "chungo" de esos que ponen en A3 o T5 los fines de semana a las 4 de la tarde y que suelen estar basados en una historia real (un poco, como ocurrió en su anterior película, El Intercambio).
Eastwood, rodando con extrema sencillez - fue rodada en apenas 30 días - , aprovecha y exprime al máximo un guión más bien justito, y con una sublime interpretación, que recoge las características de personajes de sus películas anteriores - El Sargento de Hierro, Harry el Sucio, El Principiante -, llegando incluso a la autoparodia en algunos momentos, parece como despedirse del gran público, haciendo un resumen de su brillante carrera como actor (se dice que posiblemente esta sea su última interpretación).
Es como decir, aquí estoy, esto es todo lo que he sido, en su momento la actitud y motivaciones de mis personajes, tuvieron sentido y eran correctas, pero los tiempos cambian, y se deben asumir las consecuencias de esos cambios y dejar pasar a las nuevas generaciones. Como le ocurre a Walt Kowalski, su personaje en la película, un hombre duro, huraño y cascarrabias, veterano de la Guerra de Corea y ex trabajador de la Ford, fuera de lugar en una sociedad llena de cambios que no comprende (y al que ni siquiera su familia le aprecia) y con un particular sentido de la justicia, debe no solo asumir y comprender tales cambios, sino también afrontar las consecuencias de sus actos - guiados por su concepción de la justicia -, y obrando de manera distinta a como lo ha hecho toda su vida, y en favor de aquellos que durante gran parte de su vida ha odiado y despreciado, comprender que es lo realmente justo y necesario, tomando una drástica decisión (con la que finaliza la película) y que por razones obvias no voy a desvelar.
Por lo demás, la película es muy entretenida, tiene momentos bastante divertidos, pero también otros de gran dramatismo, y en particular, me fascina como con pequeños detalles, en apenas dos minutos de metraje ya nos describe como es Kowalski. La relación con sus hijos, sus esposas, y los nietos está descrita de manera magistral, así como la bonita relación padre-hijos que se entabla con su vecino Thao y su hermana (algo de lo que, con su familia, es evidente, nunca ha sido capaz). También me resultan muy interesantes las conversaciones que Kowalski mantiene con el cura, que están muy en la línea de las ya planteadas por el director en su magistral Million Dollar Baby.
En definitiva, que Clint Eastwood, podrá hacer mejores o peores películas, pero nunca defrauda, siempre mantiene un excelente nivel de calidad y una coherencia pocas veces vista en el Hollywood actual.
La valoraré con un 4 sobre 5.
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