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lunes, 7 de junio de 2010

Malos Que Molan (1)

Una nueva sección de este blog ve la luz. En ella, como su nombre indica, os hablaré de aquellos villanos del cine y la televisión (quizás también del cómic), que pese a ser psicópatas, corruptos, indeseables, traicioneros, bandidos, asesinos, corruptos, depravados o simplemente unos auténticos hijos de puta, tienen algo, un no se qué, un magnetismo, un carisma que nos hipnotiza y nos fascina tanto que incluso (y para nuestra sorpresa) consiguen que empaticemos con ellos, que les cojamos cariño. En definitiva, que además del terror que nos causan o del desprecio que provocan, también logran que, pese a todo, nos molen.

Inagura la sección uno de los más grandes de todos los tiempos (y al que me lleve la contraria, lo reto a duelo en un oscuro y lúgubre callejón de Baltimore Oeste):

OMAR LITTLE (Michael K. Williams) - "The Wire"

Omar es la caña. Es díficil elegir un personaje de entre todos los buenísimos caracteres que pueblan esa obra maestra de la ficción televisiva que es "The Wire". Aún con todo, en mi caso (y supongo que en el de muchos otros seguidores de la serie) no tengo ninguna duda. Y es que cada que vez el amigo Omar Little aparecía en pantalla sabías que algo bueno iba a pasar, que algún momento mítico de la serie se estaba cociendo.

Podría citar, sin hacer mucho esfuerzo de memoria, al menos 10 geniales escenas protagonizadas por Omar durante las 5 temporadas (60 capítulos) de la serie y probablemente me quedaba corto. Con aquella escena en que declaraba como testigo ante un tribunal, manteniendo una sublime confrontación dialéctica con el abogado Maurice Levy se me ganó para siempre.

Luego tuvo otras, como alguno de sus atracos o el encuentro en un oscuro callejón en la tercera temporada con el Hermano Mouzone, y otras más que no voy a desvelar para no spoilear brutalmente a aquellos que todavía han visto la serie.

Omar es un gángster. Un ladrón y un asesino temido y respetado en los bajos fondos de Baltimore. Un tipo duro, hecho a sí mismo con un firme carácter forjado en las calles, y que además es gay.

Emboscado en las sombras, acechando a sus próximas víctimas o planificando al detalle su siguiente golpe, mientras fuma con parsimonia sus cigarrillos Newport, o apareciendo de improviso en las esquinas y callejones de Baltimore, silbando y andando con chulería, armado con su escopeta de cartuchos y ataviado con su sempiterno chaleco antibalas y su gabardina (mientras que a su paso los negros del lugar salían corriendo despavoridos al grito de "es Omar, es Omar!!!"), el bandido de la enorme cicatriz en la cara infunde pavor, su presencia en escena es acojonante, se come la pantalla.

En el Oeste, mandaba Avon Barksdale, en el Este, Proposition Joe, después llegó el reinado del terrible Marlo Stanfield, y entre medio de todos ellos, robando la droga de las "toperas" o el dinero obtenido con su venta, siempre estaba Omar, un espíritu libre, que iba a su aire y no se casaba con nadie, que tenía su particular código y sus reglas que seguía a rajatabla.

Sólo robaba o mataba a todos aquellos que estuvieran metidos en el negocio de las drogas ("it's all in the game"), nunca a inocentes o gente ajena al juego. Pero ojo, que nadie tuviera la desfachatez de tratar de acabar con él, o con alguno de los suyos, porque entonces si se podía liar parda. "Si vas a por el Rey, mejor que no falles" dijo en una ocasión a uno de sus atacantes.

Uno de los personajes de ficción más carismáticos con los que me he topado en una pantalla de cine o televisión. Sólo por él merece la pena ver "The Wire".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cojonudo personaje.Es el puto amo de la serie XD.

¡¡Omar Rules!!

Anónimo dijo...

Impresionante trabajo el de este actor representando al probablemente mas carismatico de los "malos" de The Wire.

Gran blog,mis felicitaciones