FURILO ESTÁ AQUÍ PARA PROTEGERLES Y SERVIRLES

martes, 6 de octubre de 2009

"Dead Set (Muerte en Directo)": Carnicería en la casa de "Gran Hermano"

¿Os imagináis a Mercedes Milá convertida en una zombi ávida de comerse tus vísceras? ¿A los seguidores que se congregan en las afueras de la casa de Gran Hermano como una violenta turba de muertos vivientes ansiosos de carne fresca?¿A concursantes del programa despedazados y devorados por una brutal muchedumbre hambrienta de sangre?

Pues eso mismo, pero trasladado a la versión británica de Gran Hermano, es lo que os espera en "Dead Set (Muerte en Directo)", esta excelente serie inglesa de TV de 5 episodios - ideales para ver de una tacada - creada por el guionista y periodista Charlie Brooker.

Inglaterra se ha ido al carajo. Una mortal epidemia ha convertido el país en un infierno habitado por zombis sedientos de sangre. En este panorama apocalíptico, los concursantes del famoso reality-show, encerrados dentro de la casa de Gran Hermano y totalmente ajenos a lo que ocurre en el exterior, se convierten inesperadamente en los últimos supervivientes de la catástrofe (Por cierto, genial ese momento, en que se abren las puertas de la casa y son informados por una superviviente trabajadora del programa (Jaime Winstone) del caos que sucede en el exterior, y estos se piensan que es una de las pruebas del programa).

Partiendo de este original argumento, tras un primer capítulo, con tintes paródicos y momentos cómicos, en el que nos introduce entre los bastidores del reality-show y nos muestra a los diferentes y peculiares "personajillos" que pueblan el programa, tanto en labores de producción y realización (como ese auténtico hijo de puta que es el productor del programa, que trata como basura a sus subordinados, o la presentadora real del Gran Hermano británico, Davina McCall, interpretándose a sí misma) como los propios concursantes de esa y otras ediciones del reality (algunos de ellos, al parecer, personajes reales del programa), la serie deviene en un frenesí de acción, violencia, sangre y vísceras - con momentos de una violencia extrema y especialmente gore - , en el que se van revisitando prácticamente todos los lugares comunes propios del género zombi (con algunas referencias más que evidentes a la películas de Romero o "El Amanecer de los Muertos" de Zack Snyder) y así, podemos asistir a un magnífico crescendo narrativo que va desde las primeras noticias de brotes de infectados, pasa al contagio masivo (se trata de unos zombis de aspecto moderno claramente inspirados en la cinta de Danny Boyle "28 días después", es decir, corren como posesos y tienen una fiereza y un ansia de sangre realmente aterradora) y llega a la huida y búsqueda por parte de los supervivientes de un lugar seguro, para finalizar con la resistencia de unos pocos en un pequeño recinto, la supervivencia y las dificultades y problemas que surgen entre ellos a la hora de tomar una decisión sobre su situación.

Pero bajo todo este envoltorio de acción, violencia y ritmo frenético subyace una crítica mordaz a la televisión basura, y en particular a este tipo de realities. Utilizar el plató de Gran Hermano como el último refugio de la humanidad, donde los aficionados se congregan en los alrededores de la casa para comerse a sus ídolos creados, no es sino una metáfora de las consecuencias de la tele basura, y de la naturaleza de los que viven de ella, utilizados por los creadores del programa como carnaza para la audiencia, zombis sin cerebro que sólo desean su ración de casquería.

Especialmente significativa es también esa perturbadora imagen de un zombi que no puede apartar la mirada de un monitor de televisión, ensimismado por la imagen de esa carne fresca que ansía pero a la que es incapaz de llegar, o el momento en que el productor del programa decide distraer la atención de los zombis congregados en las afueras del recinto donde se rueda el programa arrojándoles literalmente carnaza proveniente de un cadaver.

De hecho, la clave del clímax de la serie radica en la aparición en el interior de la casa del odioso productor del programa (interpretado de manera magistral por Andy Nyman), el cual, durante los capítulos anteriores había tenido una participación secundaria en el desarrollo de la trama principal (al estar atrapado en un cuarto de los estudios del programa), y sobre todo en la influencia que tiene su presencia en la convivencia de los supervivientes. Desde ese momento, todo se va directamente a la mierda y la convivencia - hasta entonces más o menos pacífica - salta literalmente en pedazos. Si hasta el momento había un cierto entendimiento y colaboración, así como un líder definido - esa chica, a priori, gris, apocada y del montón, que ante las adversidades se revela como toda una heroína, que interpreta Jaime Winstone - , cuando entra en escena el productor sobrevienen los conflictos y se enrarece el ambiente entre los supervivientes, al utilizar este sus dotes de manipulador y su absoluta falta de principios para conseguir sus objetivos, y es entonces cuando se precipitan los acontecimientos.

Una pequeña joyita para todos los amantes del género zombi, pero que al igual que otras obras como las películas de Romero, el cómic de Kirkman o la novela de Max Brooks, por ejemplo, nos da la posibilidad de reflexionar sobre la naturaleza humana y la sociedad actual. Eso sí, no es apta para estómagos sensibles. No en vano, al comienzo de cada capítulo se nos advierte que "Dead Set contiene imágenes de violencia extrema y lenguaje inapropiado para menores y debería verse en una habitación a oscuras.... "

P.D. Amigo Mekter, nuevamente, debo agradecerte la recomendación.

3 comentarios:

joseba dijo...

Pues a priori tiene un pinta de la ostia, y donde se puede ver nen?
Por cierto, dudo mucho que la zorra de la Milá no se haya convertido ya en uno de ellos.

charlie furilo dijo...

yo me la bajé con la mula, pero este verano la estaban echando en Canal +. En seriesyonkis.com la puedes ver online (no se si tendran descarga directa)

Jero Piñeiro dijo...

La vi hace unos meses y me gustó mucho. Buscaría el enlace de la reseña en mi blog pero me da "perecísima" y básicamente opino lo mismo que tú: una de zombis muy bien hecha que además, como debe ser, nos invita a reflexionar sobre la sociedad en que vivimos. Si es que el subgénero zombi es un vehículo perfecto para la crítica sociopolítica...