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miércoles, 28 de octubre de 2009

"Generation Kill": Marines Invasores, Perros del Diablo

"Nací el 10 de noviembre de 1775 en el cráter de una bomba. Mi madre era un M-16 y mi padre el Diablo. Cada momento de mi vida es una amenaza a la tuya. Como alambre de espino y meo napalm, y puedo darle un tiro en el culo a un piojo a 300 metros. Recorro el mundo persiguiendo a todos los antiamericanos. Me mueve el amor de madre, los Chevrolet, el béisbol y la tarta de manzana. Soy un bruto. Soy ese hijo de puta sucio, asqueroso, maloliente, sudoroso, repugante y guapo, que lleva más de 225 años alejando al lobo de la puerta. Soy un Marine de los Estados Unidos. Parecemos soldados y hablamos como marineros, pero les damos mil vueltas a los dos. Les robamos el águila a las Fuerzas Aéreas, la cuerda al Ejército y el ancla a la Armada. Y el séptimo día, cuando Dios descansó, nosotros nos situamos en el perímetro, y desde entonces dirigimos la función. Guerrero de día, amante de noche, borracho a capricho y Marine por la Gracia de Dios. Semper fidelis."

Los padres de "The Wire", David Simon y Ed Burns han creado otra pequeña joya. Se llama "Generation Kill" y, como no podía ser de otra manera, es una serie de la HBO. En este caso, a través de 7 capítulos de una hora de duración nos muestran (nuevamente con gran realismo y crudeza, y con estilo de tinte documental) el día a día de los soldados del Primer Batallón de Reconocimiento de la 1ª División de Marines de los EE.UU. - fundamentalmente de su Compañía Bravo - durante los 40 días que "oficialmente" duró la Guerra de Irak (2003), desde el comienzo de la invasión hasta el derrocamiento de Saddam Hussein y la derrota de su ejército (lo que vino después, y que continúa pasando en la actualidad daría para un culebrón interminable de miles de capítulos).

En realidad se trata de una adaptación de la novela del mismo título escrita por el periodista de "Rolling Stone", Evan Wright, que estuvo acompañando durante dicha campaña a los Marines, plasmando en dicho libro sus experiencias (en realidad, primero publicó un artículo en la citada revista llamado "Elite Killer", con el cual ganó el premio National Magazine Award de 2004, y con posterioridad publicó la novela).

No esperéis ver en esta serie grandes hazañas bélicas, espectaculares batallas y heroicos soldados. "Generation Kill" tiene más cosas en común con la película "Jarhead" de Sam Mendes que con la miniserie "Hermanos de Sangre" (también de la HBO), para que os hagáis una idea. Como os he dicho antes, esta estupenda miniserie nos introduce de lleno en el día a día de los Marines, y eso incluye todo, desde sus acciones puramente militares, tanto de combate como de reconocimiento o de control de tráfico, como otras actividades tan cotidianas como limpiar sus armas, guardar sus protocolos de aseo, cavar un agujero en el desierto para "plantar un pino" o masturbarse con revistas pornográficas, por ejemplo.

Lo fundamental en este serie no es la acción bélica - que la hay, aunque con cuentagotas -, pues la invasión fue prácticamente un paseo para los norteamericanos enfrentados a un ejercito desorganizado, desmotivado, en descomposición y con un potencial bélico claramente en inferioridad; en la línea de "The Wire", la principal baza de "Generation Kill" es el guión, en especial el retrato psicológico de los soldados y sus oficiales, los geniales diálogos y la descripción de la guerra y sus consecuencias totalmente realista, sin artificios ni maniqueísmos.

Igualmente, es muy importante en la serie el tono crítico con la operación militar, no sólo con los fines y supuestos objetivos de la guerra - las famosas armas de destrucción masiva, la liberación del país y la instauración de la democracia - , sino también con los desastrosos resultados que se intuye en la serie supondrá para Irak (y que podemos observar hoy en día). El ejército estadounidense tampoco se salva de la andanada crítica, y podemos ver desde la incompetencia y temeridad de muchos de sus mandos - más preocupados de ganar medallas, subir en el escalafón de mando o agradar a sus superiores con espectaculares y arriesgadas misiones, que por los hombres bajo su mando o por la población civil - , hasta una inconcebible escasez de material y provisiones para un ejército de la magnitud del norteamericano. Así por ejemplo, los soldados se las ven y se las desean para encontrar pilas para sus gafas de visión nocturna, no tienen lubricantes para sus armas y la comida se ve con cuentagotas debiendo echar mano de la ayuda humanitaria.

David Simon y Ed Burns nos muestran todo un mosaico de personalidades de todo pelaje, de diferentes procedencias, razas y grupos sociales, con distintas motivaciones y ambiciones, pero unidos todos ellos por un denominador común: han sido entrenados para ser auténticas máquinas de matar (y muchos de ellos realmente desean hacerlo más que otra cosa en este mundo). De entre todos los personajes destaca sobremanera el sargento Brad “Iceman” Colbert (un magistral Alexander Skarsgard), uno de los jefes de la Compañía Bravo, un tipo frío y sumamente profesional, que aunque en ocasiones es consciente del sin sentido de la guerra y es crítico con muchas de las órdenes recibidas, también sabe que su destino está en los Marines, su sitio está junto a sus hombres a los que se debe en cuerpo y alma, porque probablemente no sabe hacer otra cosa.

Junto al "Hombre de Hielo", le acompañan en su Humvee (vehículo todoterreno de reconocimiento), el cabo Ray Person (James Ransome) , una especie de filósofo cómico de verborrea incontrolable y anfetamínica - fruto de las 'pirulas' que se toma -, cuyas acertadas e increíbles fundamentaciones, análisis y conclusiones son de lo mejor de la serie. También tenemos al novato James Trombley (Billy Lush), un inquietante y perturbador psicópata ansioso de darle al gatillo y que no tiene reparos en mostrar que disfruta matando y que se desespera, se aburre si no ha disparado su arma o no ha matado a nadie. Un tipo que dice ponerse más nervioso viendo un partido en la tele que con las balas silbando a su alrededor. Junto a ellos, está "el Plumilla", que es como llaman los soldados al periodista de la "Rolling Stone" que va empotrado en la Compañía, que no es otro que Evan Wright (Lee Tergesen), el autor de la novela en la que se basa la serie.

Mención especial merece el jefe del batallón, el Coronel Ferrando (Chance Kelly) - conocido como "El Padrino" por su ronca voz -, un tipo ególatra que habla de él en tercera persona y se comporta más como un entrenador de baloncesto que está preparando jugadas y movimientos, que como un jefe militar. Impagable este personaje ávido de gloria y de ganar puntos frente a su superior, importándole una mierda el riesgo que crea para sus hombres con sus alocadas misiones y golpes de mano espectaculares. Realmente se cree el mejor y que sus hombres son la flor y nata del ejército estadounidense y continuamente tiene que hacer alarde de ello.

Junto a él, hay una serie de oficiales incompetentes, odiados y despreciados por los soldados, como el Capitán apodado "El Hombre de California" - el típico líder del equipo universitario de fútbol americano, todo músculo pero con poca materia gris - o el llamado "Capitán América", un desequilibrado, que realmente es de traca, pero también encontramos oficiales sensatos y con sentido común, como el Teniente Nathaniel Frick (Stark Sands) - uno de los mejores personajes de la serie junto a Colbert - que no duda en cuestionar a sus superiores y que piensa que el batallón esta desaprovechado en misiones absurdas e inútiles, cuando podían estar haciendo cosas más prácticas.

Como curiosidad deciros que la serie carece de banda sonora y de música, los capítulos se abren y se cierran con transimisiones de radio de los marines (ese "tipo duro 1 a tipo duro 2" que se te queda grabado a fuego en tu mente), y las únicas canciones que escuchas son las que cantan los soldados en sus Humvees. La única excepción la tenemos en la magistral escena final, en la que , finalizada su misión, los Marines, a ritmo del "The Man Comes Around" de Johnny Cash, ven un vídeo grabado por uno de los soldados que recopila todas sus "hazañas" durante la contienda.

Simon y Burns han vuelto a dar en el clavo. Tremenda serie. Sin lugar a dudas la visión definitiva sobre la guerra de Irak.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

impresionante diseccion. ¿sabes algo de la serie que preparan esta pareja - simon y burns- sobre el Katrina?

charlie furilo dijo...

Gracias por comentar y bienvenido al blog.

Leí en su día que se llamaba "Treme" o algo así, y al parecer es una visión de Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina, a través de historias protagonizadas por músicos de la ciudad. En el reparto están dos viejos conocidos de "The Wire" (Wendell Pierce y Clarke Peters,los actores que interpretaban a 'Bunk' Moreland y Lester Freamon ), Kandhi Alexander (la forense de "CSI Miami"), Steve Zahn, Melissa Leo ("Frozen River") y Kim Dickens (Deadwood, Lost).

Creo que en este caso no colabora con Ed Burns, sino con Eric Overmyer (quien ya trabajó con Simon en "The Wire")

En cualquier caso, Simon + HBO es una apuesta segura.

Anónimo dijo...

cuando se enfrenten a los rusos va a ser generacion de derrotados